EL CUERPO EXPRESIVO

 

Sentimientos y emociones son experiencias cuyo lado sensorial o no intencional describimos en términos de intensidad, fuerza, placer o disgusto, pero que carece de plasticidad. Sentimos la pena, la alegría, el orgullo o el remordimiento como fuerzas más o menos intensas, difusas, persistentes o compulsivas, pero también amorfas y carentes de contornos precisos. Sin embargo, esas sensaciones cristalizan en movimientos corporales, gestos y posturas que les confieren una forma visible. Sentimos dentro de nosotros (en el corazón, en el estómago), el peso de la angustia o el vacío del miedo, pero esas sensaciones sólo adquieren una figura en la conducta corporal. El rostro, en particular, es el lugar primitivo de expresión de nuestras vivencias.

 

En este caso, en los dibujos lo que recojo es lo que nos lleva hacia la dimensión de las sensaciones y reconstrucciones de nuestros sentimientos ya vividos ante ese recuerdo cercano o lejano, pero que nos habla y entra en comunicación con los retratos.

 

Podría decir así, que una mirada, una sonrisa, una nariz, el pelo, un perfil, o incluso un movimiento de cabeza que sólo nos pasa desapercibido, figura en nosotros como en una serie de percepciones y de recuerdos que en mayor o menor medida tienden a constituir nuestra vida. Por ello, en nuestra vida cotidiana, constantemente utilizamos la comunicación no verbal (muecas, señales con brazos, manos, pies, etc.), llegando a ser más importante de lo que nosotros creemos. Y es en lo que me centro en los dibujos.

 

La interpretación de los movimientos no verbales se debe hacer en cuanto a su congruencia con la comunicación verbal. Normalmente, la intención emocional se deja traslucir por los movimientos no verbales, e intuitivamente somos capaces de sentir la incongruencia entre estos y lo que verbalmente se nos dice. La comunicación no verbal necesita ser coherente con la comunicación verbal y viceversa, para que la comunicación total resulte comprensible y sincera.

Por otra parte, la comunicación corporal, antes que lenguaje en términos evolutivos, es una parte esencial del sistema de comunicación, y el vehículo para muchas transacciones humanas fundamentales que el discurso solo no puede comunicar. El lenguaje del cuerpo es una esfera que muchas personas han utilizado para establecer en cada momento unas pautas de actuación o una línea a seguir en determinados escenarios, sean cotidianos, laborales o sociales.

 

En conclusión, he recogido una serie de gestos que interactuan en su composición, los he resuelto a través del soporte cartón y cartulina, manchado con café y tinta china, bolígrafo, lápiz, intencionando la adicción con papeles y recortes manchados, pegados, formando un collage y una dimensión de contrastes que forman cada uno de los retratos. Quiero mostrar que el dibujo lineal sea acto de reconocimiento del gesto y las manchas y composición la dimensión psicológica que nos muestra cada uno de los retratos.

 

Lo importante, es que el conjunto resultante sea lógico a un acto de comunicación, de la comunicación visual que he efectuado al proyectar plásticamente los sentimientos del personaje que interpreto, acercándonos a una realidad nueva.

Daniel López.